Para el domingo día 17 de Mayo se habían previsto unas temperaturas más moderadas que el miércoles y jueves, lo que parecía ser un buen augurio. Se empezó a gestar la salida casi una semana antes. Ya se sabe, alguien propone salida y comienza a preguntar quien puede y quien no y finalmente se optó por salir este domingo.
Se hizo pensando en gente del club GTR, más que nada porque hacía tiempo que no hacíamos una salida juntos. Aunque no estaba cerrada a asistentes que tuviesen otra moto. Importa estar juntos e ir en moto, no tener la misma moto.
Quedamos en la rotonda de Navalcarnero que está inmediatamente después de la salida 32 de la autovía de Extremadura.
Desde ahí salimos con un poco de retraso (el normal en estos casos) hacia meta. Sin parar nos presentamos en Arenas de San Pedro a tomar una miaja de algo. En un restaurante al pié del castillo.
Ciertamente nos tomamos la mañana con pachorra porque ojo hasta que nos pusimos de nuevo en marcha. Parece que nos gustó el sitio. La verdad es que tenían unas tapas buenísimas.
Desde ahí, cogeríamos hacia Candeleda el único tramo que merecía la pena para el disfrute motero-curvero que estaba previsto en el día.
Antes de llegar a Villanueva de la Vera y para probar el bacalao traído desde Portugal por Julio y Maribel nos paramos en un área de recreo que tenía sombra y mesas para tal fin. Resultó que no fue probarlo, nos lo metimos entre pecho y espalda del tirón.
Desde ahí y con la intención de tomar un café (a Manu le hicimos la pascua porque el pensaba comer de menú y como la mayoría quedamos satisfechos con el bacalao portugués... la criatura se fastidió y se aguantó) pero hicimos algo más, es un pueblo tan bonito que merece bien la pena darse una vuelta por sus calles para decir una y otra vez, ahí va!
Calles con plantas por doquier, casa muy antiguas con mucha madera. En la plaza nos tomamos unos cafés y unos helados.
Desde ahí nos fuimos a visitar una de las muchas gargantas que hay en la zona. Menudas vistas!!
Después de esto propuse ir a un sitio que a mi me pareció chulo ya la primera vez que estuve, en una charca que adaptan para el baño junto a un camping en Guisando. Una pena no haber podido llevar una cámara haciendo fotos a la vez que conducíamos hacia el sitio, las vistas, increíbles.
En el restaurante del camping nos tomamos un bocata para emprender el regreso a casa sin desconsuelo en el estómago.
Cómo disfrutamos Isa y yo ese día en compañía de Roberto y Juani, Julio y Maribel, Manu y Encarni junto al 'otro Roberto' que no pudo venir acompañado.
Todas las fotos:
