Mañana a las 9:15 tengo cita en el hospital Severo Ochoa de Leganés para que me hagan una punción lumbar. Nada más que las dos palabrejas ya me los ponen de corbata. Tengo más miedo que uno que tenía 10. Gabriel, que de eso entiende mucho porque ha estudiao, me dice, "estate tranquilo y no seas acojonado que eso es algo que se hace a diario y no reviste gravedad alguna". Luego aclara, "hombre siempre puede pasar que excepcionalmente ..." y ahí es cuando ya "me se güele" entre las piernas por la parte de atrás.
Tenía unos pensamientos terribles de no ir pero como uno no es uno, si no que tiene gente a su alrededor, pues nada les haremos caso a ver que sucede. Pero cagao, estoy cagao en grado de "muy".
Se me promete fuerte dolor de cabeza y vértigos durante un tiempito, así que ... ¡qué maravilla!
Ya contaré que pasó finalmente.
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