martes, 19 de mayo de 2009

Ruta en moto a Puebla de la Sierra -Madrid











El pasado domingo, 17 de Mayo quedamos Salva, Cristina, Eduardo, Gabriel y yo en hacer una ruta con las motos por la sierra de Madrid.
Como el trayecto no sería muy largo creíamos que estaríamos de vuelta con tiempo suficiente de ver la última carrera del Gran Premio de Francia de Moto GP.
Primero una parada totalmente absurda de la Guardia Civil a Gabriel, aún no sabemos si por asustar, tomar el pelo o como dice Eduardo por tocar los coj_ _ _ s, el caso es que al final le interrogaron acerca de una serie de cuestiones relativas a su moto que creemos que al ser igual a la de ellos pues les picó la curiosidad. Bueno, ahí ya comenzamos a retrasarnos una media hora.
Después del parón continuamos hasta el Puerto de Navacerrada donde teníamos previsto hacer la primera parada y ahí, entre los comentarios de lo acontecido y demás "moterías" perdimos media hora más.
Como objetivo siguiente teníamos El Berrueco desde donde cogeríamos el desvio hacia Robledillo de la Jara para desde ahí marchar a Puebla de la Sierra. Pues como en El Buerrueco no ví el cartelico en cuestión, cuando quisimos reaccionar estábamos en Torrelaguna. Ya puestos, ahí, paramos para un refrigerio y una meadita. Acordamos que ya que íbamos a Puebla de la Sierra, iríamos a Puebla de la Sierra a pesar de que la hora la llevábamos ajustadísima.
De vuelta, en El Barraco vimos el desvío, lo tomamos y en Robledillo de la Jara nos encontramos con que la carretera que nos llevaría a la meta era de esas que no se había tocado desde los años 50, quizás que desde antes, ¡qué surtido de baches, qué estrecheces, que barrancos tan acongojantes!
Ya próximos a la Puebla, Salva dice que su Suzi está en las últimas de gasolina. Ahora el dilema, volver atrás por "el pedazo carreteron" o continuar a ver si la salida del pueblo nos llevaba por mejor camino. Una vecina nos aclara que efectivamente hay salida y carretera en mejor estado. Hasta llegar a la gasolinera una agonía increible, pero se llegó.


Una vez repostado, hacia casa ya sin florituras, por autovía para ir más ligericos. Total, en casa a la cuatro de la tarde, ni carreras, ni comida en familia ni leches. Pero disfrutamos y todos coincidimos en que repetiríamos.
Tengo fotos en la página habitual www.procohi.com/motos.htm también unos videos que grabé según caminaba por las carreteras en las que la velocidad, forzosamente había de ser moderadísima.
La compañía no sorprendió en ningún aspecto, ya nos conocemos bien y nos queremos mucho.
Hasta la próxima.

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